El Gobierno de Guadalajara anunció la inversión de 22 millones de pesos para la compra y renta de diez pipas, y atender el desabasto de agua que afecta a la ciudad.
Esto ocurre a pocas semanas que se desatara la polémica en una sesión del pleno del Ayuntamiento tapatío porque el municipio desincorporó de sus inventarios 14 pipas que estaban varadas en un corralón.
Estas unidades se suman a otros 11 vehículos que ya habían sido adquiridos o rentados y con los que apoyarán al SIAPA en colonias afectadas por los tandeos.
Los regidores de oposición, en aquella sesión del 30 de marzo, denunciaron que antes de deshacerse de las pipas abandonadas, se debería realizar un diagnóstico de cuáles podrían ser rehabilitadas.
La petición no prosperó, se procedió en la desincorporación de las 14 unidades del patrimonio municipal con el argumento que no eran para agua potable y que los costos para rescatarlas serían altos.
El alcalde interino, Eduardo Martínez Lomelí, sostuvo la reunión con vecinos de colonias afectadas por la falta de suministro. (Por Héctor Escamilla Ramírez)