Más que con declaraciones tronantes, en busca del aplauso generoso y del respaldo electoral de las galerías, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, debería concentrarse, con todos los instrumentos que la ley le provee, en las investigaciones serias que le permitan exorcizar a los demonios que pretenden “doblarlo” y dañar a Jalisco.
Proclive a las escenificaciones teatrales, el mandatario de Jalisco suele hacer acusaciones fuertes, tronantes, en las que regularmente elude o minimiza sus responsabilidades y focaliza sus ataques en los presuntos enemigos que estarían tratando de “doblarlo”.
Sin embargo, no hay claras evidencias de que por la vía legal, la administración estatal realice las investigaciones profesionales, serias, para que el mandatario documente y divulgue, con evidencias y pruebas fehacientes, las afirmaciones que en forma recurrente expresa, sobre esos extraños, temibles y perversos enemigos.
El viernes 5 de junio del 2020, como ha sido su costumbre, el gobernador Alfaro Ramírez dio la cara a través de un video publicado en sus redes sociales -Facebook y Twitter-, en el que ofreció disculpas por la detención arbitraria en Guadalajara, de por lo menos 28 jóvenes que se manifestaron por la muerte de Giovanni López a manos de policías de Ixtlahuacán de los Membrillos. Los muchachos fueron privados de su libertad por agentes ministeriales de la Fiscalía General de Jalisco.
“Mi instrucción fue no usar la violencia, mantener una actitud de contención, una actitud pacífica por parte de las policías, por supuesto que esta instrucción fue desobedecida y desacatada por el grupo de la policía ministerial que atacó a estos jóvenes (…) ¿Quién dio la orden y quién dio esta instrucción?, evidentemente no fue el Fiscal del Estado, tenemos certeza de eso, lo que tenemos también, es la obligación de investigar si esta instrucción surgió de algún lado que tenga que ver con grupos de la delincuencia”, afirmó el gobernador.
Explicó que su gobierno estaba buscando a las personas reportadas como desaparecidas a través de redes sociales y acusó: “Si permitimos que la escalada de violencia siga, vamos a permitirle a estos grupos que desde los sótanos del poder en la Ciudad de México y desde desafortunadamente también, los interés del crimen y de la delincuencia organizada, están buscando desestabilizar a nuestro Estado”.
Anunció: “Es momento de actuar con profunda responsabilidad, no vamos a parar hasta que se haga justicia, es mi compromiso y es mi palabra y yo siempre he cumplido mi palabra, no me gusta mentir”.
Este miércoles 19 de mayo del 2021 el mandatario de Jalisco volvió a hacer declaraciones tronantes contra ese extraño enemigo que lo acosa, que le persigue y que al amparo de las sombras y desde los sótanos del poder, está empecinando en “doblarlo”, como coloquialmente denuncia de manera reiterada, cuando detecta alguna situación delicada que pudiera poner en riesgo el crédito de su administración y su futuro político.
“Nuestra ciudad ayer fue atacada por intereses que buscan desestabilizar a Jalisco. En un hecho que nunca se había visto en nuestra ciudad siete incendios forestales fueron provocados al mismo tiempo en el Área Metropolitana de Guadalajara. La verdad es que duele, lastima mucho que la mezquindad de quienes por intereses difíciles de entender están haciendo estos actos, y someta a nuestra ciudad y ponga en riesgo la vida de nuestros ciudadanos y de las mujeres y los hombres que dieron una batalla extraordinaria”, indicó Alfaro Ramírez.
“A los personajes que están lastimando a la ciudad para lucrar políticamente no pueden hacerle esto a Guadalajara, no es posible lo que estamos viviendo, no es posible que se utilicen las tragedias para lucrar con la política. Por ello, el compromiso es muy sencillo: frente a estos hechos nosotros nos comprometemos a seguir trabajando a seguir cuidando a nuestra ciudad y a nuestro estado, no vamos a fallarle al pueblo de Jalisco y vamos a seguir dando la batalla a pesar de los tiempos tan duros que vivimos, a pesar de todo esto que hemos sentido en los últimos días, hechos muy extraños que han puesto a Jalisco en una situación difícil nosotros vamos a seguir haciendo nuestro trabajo”, manifestó.
El martes 19 de marzo del 2019, el mandatario de Jalisco dijo que el asesinato del comandante de la zona 6 de la Policía de Guadalajara, Sergio Rivas, era un intento más por frenar a las autoridades en el combate al crimen organizado.
“Seguimos viendo los intentos de la delincuencia organizada por asustar y por doblar al Gobierno de Jalisco, y, como siempre lo hemos dicho: se van a quedar esperando, eso no va a suceder”, advirtió Alfaro Ramírez.
En reacción al homicidio del Fiscal Regional, Gonzalo Huitrón, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aseguró que el ataque fue una reacción, que calificó de cobarde, a las acciones que estaban tomando los tres niveles de gobierno. “No nos van a doblar, vamos a seguir adelante, expreso mi condolencia y por supuesto mi dolor también y mi solidaridad a la familia de Gonzalo”, declaró el sábado 27 de julio del 2019.
Apoyado en la ley, con base en la investigación seria y profesional de hechos documentados con pruebas tangibles, el gobernador Alfaro Ramírez debería exorcizar a los demonios que le persiguen. Quizá de esa forma podría cumplir su reiterada promesa de proteger a Jalisco.
Los jaliscienses tienen derecho a saber y él mandatario está obligado a informar, quienes son esos demonios que le persiguen, que lo acosan y que pretenden “doblarlo” para dañar y someter a Jalisco, desde los sótanos del poder, en la Ciudad de México, y desde las filas del crimen organizado. (Por Pedro Mellado Rodríguez)