Integrantes de diferentes organizaciones de la sociedad civil clausuraron simbólicamente el edificio del Tribunal de Justicia Administrativa en protesta por el permiso de habitabilidad que liberó la Segunda Sala de este órgano para el uso de la Villa Panamericana y que afirman afectarán de manera irreversible al medio ambiente. El activista y ambientalista, Francisco González, expresó.
“El magistrado de la Segunda Sala de este Tribunal poco sabe de principios de derecho ambiental, poco juzga con esa perspectiva, es nula e incapaz aquel razonamiento jurídico que han dicho de que puede ser habitable”.
El académico e investigador Arturo Gleason advirtió cuatro efectos principales con la habitabilidad de la Villa: la falta de filtración de agua al subsuelo por la capa de concreto; riesgo de inundación a los habitantes de la villa; saturación de las vías de drenaje y el precedente legal para que más personas quieran urbanizar en esta zona de amortiguamiento. (Por Héctor Escamilla Ramírez)