Al dar seguimiento psicológico a las víctimas indirectas de un feminicidio, uno de los aspectos más complicados para atender es el sentimiento de culpa que les acompaña. Dicho sentimiento no sólo afecta a los hijos e hijas de las víctimas, sino incluso a otras personas cercanas.
La coordinadora de la Dirección General de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Ana Lucia Camacho, comenta:
“La culpa es uno de los síntomas más frecuentes que vemos en el duelo también por parte de los abuelos, trataron de ayudar a su hija y no pudieron, pues se trabaja esta parte, trabajamos también el impacto que genera en el desarrollo”.
El estrés postraumático también es uno de los temas que se atienden. Autoridades señalaron que este programa piloto de atención el próximo año podría aplicarse también en Puerto Vallarta, además que autoridades de Michoacán y Nayarit buscan emularlo. (Por Héctor Escamilla Ramírez)