En el municipio de Chapala, en particular en la delegación de Ajijic, todos conocían a un grupo de hombres y una que otra mujer que vivían en la calle producto de limosnas que aprovechaban, casi siempre, para comprar toda clase de bebidas alcohólicas.
Los más cercanos le decían a este grupo “El Escuadrón de la Muerte”, no por alguna hazaña sino porque a lo largo de los años, el alcoholismo severo había ido acabando con muchos de ellos… Escucha el trabajo completo. (Por José Luis Escamilla)
