En el Auditorio Benito Juárez en el marco de los tumultos y largas filas para vacunarse contra el Covid se vende de todo: sombrillas, sillas, gelatinas, lonches de lomo, sombreros, pero a nadie se le hubiera ocurrido vender curitas, sólo a la señora, Normal, quien como buena emprendedora ofrece su producto al mejor postor.
“Son 30 por diez pesos -¿Y cómo se le ocurrió vender curitas aquí, para qué o por qué?- No sé, nomás se me prendió, se me vino a la menta -¿Y sí le compran?- Bendito Dios me ha funcionado muy bien. Llévese 30 curitas por sólo diez pesos, aproveche la oferta”.
Y aunque parezca increíble, las bolsas con 30 curitas se le terminan rapidísimo, ya que muchos se lo colocan en el brazo donde se vacunaron. (Por José Luis Jiménez Castro)