En el módulo de vacunación que se encuentra en la Prepa Regional de la UDeG en El Salto, sí se está respetando el aplicar el biológico a quienes tienen la primer letra del apellido dentro de las que tocan en el día y a quienes se quieren adelantar les dicen que no.
Esto le pasó a una habitante que llegó con su marido y se formó. Él tiene apellido con C y ella con V, y a quien además de sacarla de la fila, requirió atención médica pues no había desayunado.
“Sí, me marié. -¿Vino con su esposo?. –Sí, es que a él lo metieron para ponerle la vacuna porque es de la letra C. -¿A qué hora llegaron?. –Llegamos a las seis y media. -¿Había mucha gente? –No. -¿Qué ficha le tocó a su esposo? –Le tocó la 291. –¿Y qué tan rápido han avanzado? –Muy rápido. -¿Y usted se vino sin desuyar? –Sí”.
Los médicos voluntarios de la UdeG la revisaron y determinaron que sólo tenía una pequeño raspón en el brazo. Además de revisarla y curarla, le regalaron una manzana. (Por Aníbal Vivar Galván)