Los enconos y los rencores nunca han sido disimulados, pues desde la campaña presidencial del 2018, un grupo de poderosos empresarios, a quienes Andrés Manuel López Obrador llamó “la mafia del poder”, integraron un frente pugnaz que no ha declinado en su propósito de exigir la renuncia del mandatario, a quien acusan de populista.
Y en los tiempos que corren, ese mismo frente ha convocado a una gran cruzada electoral para quitarle la mayoría a Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que se renovará el próximo domingo 6 de junio del 2021.
Quienes militan en las filas de la llamada Cuarta Transformación y respaldan el proyecto de nación de López Obrador, no ceden un palmo de terreno y han promovido reformas constitucionales para revertir las llamadas reformas educativa y energética.
Sus rivales, han recurrido al Poder Judicial para ponerle obstáculos a la administración federal, sobre todo en su propósito de revertir la reforma energética e imponer la preeminencia de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad, tanto en el procesamiento de gasolinas como en la generación de energía eléctrica, desplazando de esos espacios a poderosos empresas nacionales y trasnacionales, a las que se acusa, desde el gobierno, de haberle impuesto al Estado contratos leoninos que han beneficiado a los particulares en forma desmesurada y afectado gravemente las finanzas públicas.
El momento más álgido de esta confrontación, durante la campaña presidencial del 2018, fue en el mes de mayo.
La revista Proceso dio cuenta de los hechos en una información que publicó su agencia de noticias el martes 1 de mayo del 2018, con origen en la ciudad de Zongolica, Veracruz: “Desde hace una semana, Andrés Manuel López Obrador insistía en que a su adversario, José Antonio Meade Kuribreña, lo querían bajar de la contienda electoral, que había empresarios involucrados y hasta le recomendó que perdiera con dignidad”.
Reseñó: “Hoy lo reiteró y hasta identificó a quienes, dice, son ‘traficantes de influencias’, que ‘quieren seguir saqueando y mandando’, la mayoría miembros del Consejo Mexicano de Negocios. Se trata, según el candidato presidencial, de Claudio X. González, Alberto Bailleres (Grupo Bal), Germán Larrea (Grupo Mexico), Eduardo Tricio (Grupo Lala) y Alejandro Ramírez (Cinépolis)”.
López Obrador le puso nombre a los presuntos involucrados en impulsar y fortalecer la candidatura del panista Ricardo Anaya, luego de las revelaciones de Javier Lozano Alarcón, vocero del candidato presidencial priista José Antonio Meade Kuribreña, así como de Jorge Camacho, vocero de la candidata presidencial independiente Margarita Zavala, en el sentido de que a los dos les habían pedido que declinaran en favor del abanderado albiazul.
Al día siguiente, miércoles 2 de mayo del 2018 -refiere también Proceso-, José Antonio Meade rechazó una vez más, de manera determinante, que fuera a declinar o a renunciar a su candidatura presidencial: “Sigo hasta el final porque estoy convencido de que soy la mejor alternativa”, aseguró ante los integrantes de la directiva de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT). Igual rechazó sumarse a la campaña del panista Ricardo Anaya.
El jueves 3 de mayo del 2018 el Consejo Mexicano de Negocios fijó su postura con un desplegado que se publicó en el periódico Reforma, con el título de “Así no”.
“El Consejo Mexicano de Negocios -advierte el pronunciamiento- rechaza categóricamente las expresiones injuriosas y calumniosas con las que el candidato de ‘Juntos Haremos Historia’, Andrés Manuel López Obrador, agravió a varios de nuestros miembros el 1 de mayo en Zongolica, Veracruz”.
Agrega el desplegado: “Condenamos que un candidato a la Presidencia de la República recurra a ataques personales y a descalificaciones infundadas. Es preocupante que alguien que aspira a ser Presidente de México denoste a quienes no comparten sus ideas”.
Explica: “Las empresas de este Consejo emplean de manera directa a más de un millón y medio de jefes de familias mexicanas e invierten cada año miles de millones de dólares en nuestro país lo cual contribuye al crecimiento de la economía, de la competitividad y del empleo. En conjunto, todas estas empresas privadas de México generan 9 de cada 10 empleos formales”.
Reprocha: “Las condiciones de confianza y certeza jurídica son fundamentales para preservar y promover el ahorro, la inversión, el crecimiento económico y el empleo. La confianza se cultiva. No se dicta ni se obliga. Las expresiones y descalificaciones infundadas no ayudan a generarla”.
Con pocos cambios hasta la fecha, ese Consejo Mexicano de Negocios (CMN), que dispara y recibe fuerte metralla en su guerra interminable con el ahora presidente López Obrador, estaba integrado en 2018, entre otros, por dueños o responsables de empresas tan importantes como Kimberly-Clark de México, de Claudio X. González; Televisa, de Emilio Azcárraga Jean; Industrias Peñoles, de Alberto Bailleres; la regiomontana FEMSA, de José Antonio Fernández Carbajal y Grupo Alfa, de Monterrey, de Armando Garza.
También integraban el directorio del CMN, Grupo Lala, de Eduardo Tricio; Bachoco, de la familia Bours, de Sonora; Vitro de Monterrey, de Adrián Sada; Grupo Carso, de Carlos Slim; Bimbo, de Daniel Servitje Montull; Soriana, de Ricardo Martín Bringas; Grupo México, de Germán Larrea; Softek, de Blanca Treviño y Cinépolis, de Alejandro Ramírez, quien en 2018 presidía ese organismo empresarial de élite.
Entre 2007 y 2018 los Gobiernos del panista Felipe Calderón (2006-2012) y del priista Enrique Peña Nieto (2012-2018) condonaron 400 mil 902 millones de pesos de impuestos a más de 153 mil contribuyentes, informó Grupo Reforma el 21 de mayo del 2019.
Entre las empresas beneficiadas con las condonaciones de impuestos estaban varias de integrantes del Consejo Mexicano de Negocios, según la lista publicada por Grupo Reforma el 22 de mayo del 2019: Pfizer, Chedraui, Liverpool, Palacio de Hierro, 7 Eleven, Operadora Comercial de Desarrollo (Cinépolis), Hewlett-Packard, Grupo Carso, América Móvil, General Motors, Cemex, Minera México, Gruma, Industrias Peñoles, AT&T, Jumex, TV Azteca, Grupo Elektra, Cargill, Volkswagen, Casa Saba, Televisa, Club América, Club Necaxa, Cablevisión, Grupo Herdez, Grupo Industrial Saltillo, Ternium, Arcelormittal, Jafra, Fuller, Aeropuertos de Cancún, BBVA Bancomer, Banorte, Citibanamex, HSBC, Inbursa, Inverlat, Merrill Lynch, Interacciones, Banco del Bajío, Santander y American Express.
Tres años después algunos empresarios han abandonado su trinchera y tienen ahora cercanía con López Obrador, como son los casos de Emilio Azcárraga Jean y Carlos Slim. Pero la guerra continúa, entre la llamada “mafia del poder” y el calificado como régimen “populista” de López Obrador. Ambos frentes estarán representados en los comicios del domingo 6 de junio del 2021. (Por Pedro Mellado Rodríguez / Foto: oficial de Presidencia de la República, 9 de julio de 2013)