En la carrera rumbo a la gubernatura de Jalisco en el 2024, el partido Movimiento Ciudadano ya tomó la delantera y su candidato ganador en la contienda por la presidencia municipal de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, empieza solo y adelante en la travesía de los próximos tres años, en los cuales será una pieza clave para apuntalar las ambiciones de Enrique Alfaro Ramírez de ser el abanderado naranja a la Presidencia de la República.
Lemus Navarro tendrá despejado el horizonte, pues estará respaldado por un gobernador que en los próximos tres años dispondrá, en promedio, de un presupuesto de más de 120 mil millones de pesos anuales, que seguramente se orientarán a programas sociales y a obras que beneficien a la capital tapatía y a los municipios clave de la entidad, con el propósito de abonar el terreno electoral.
El lunes 28 de diciembre del 2020 el Periódico Oficial El Estado de Jalisco publicó el Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado aprobado para el año 2021, por un monto de 124 mil 280 millones 890 mil 782 pesos.
También contará Lemus Navarro con la ventaja de tener bajo su influencia directa, para orientarla en el sentido que mejor le convenga políticamente, a la administración de Zapopan que encabezará Juan José Frangie Saade, quien por anticipado ya cedió el espacio rumbo a la gubernatura a quien fue su jefe durante los seis años que Pablo pasó por la presidencia municipal de esa vecina ciudad (2015-2021).
Pero si el proyecto político de Enrique Alfaro y Pablo Lemus necesitara algún lubricante adicional, no podría descartarse que al tener el control de un Congreso de Jalisco dúctil y complaciente, con la connivencia de los diputados del PAN y los dos que podría tener el partido Hagamos (que controla su socio, el cacique de la UdeG, Raúl Padilla López), el mandatario de Jalisco pudiera gestionar un crédito más, que se sumaría a la deuda que los jaliscienses ya cargan sobre sus hombros.
En el primer trienio de su gobierno, Alfaro Ramírez ya le sumó a la deuda de Jalisco 11 mil 450 millones de pesos, con los préstamos por 5,250 millones de pesos contratados en 2019, más de 6,200 millones de pesos en 2020. Previo a la aprobación de este segundo financiamiento, el estado de Jalisco tenía una deuda de 27,496 millones de pesos y con el nuevo crédito aumentó a 33,696 millones de pesos. (El Economista, 24 de mayo de 2020).
En tanto que todas las condiciones son sumamente favorables para Lemus Navarro y Movimiento Ciudadano, enfrente, Morena, la principal oposición en el estado, se encuentra totalmente desfigurada, por la ineptitud y la injerencia facciosa de personajes como Yeidckol Polevnsky Gurwitz, delegada del Comité Ejecutivo Nacional de Regeneración Nacional en la entidad y de quien fuera oficioso delegado electoral, el senador José Alejandro Peña Villa, que han pasado por Jalisco con más pena que gloria.
Polevnsky Gurwitz siempre ha apoyado a Carlos Lomelí Bolaños, superdelegado de programas federales en Jalisco de diciembre del 2018 a julio del 2019, y fallido aspirante al Senado de la República por la entidad en los comicios del 2012; candidato perdedor a la gubernatura jalisciense en el 2018 y ahora defenestrado candidato que cayó en la contienda por la presidencia municipal de Guadalajara en el 2021.
Ambos Lomelí Bolaños y Polevnsky Gurwitz respaldaron al presidente en funciones de Morena en Jalisco durante 2019-2020, Hugo Rodríguez Díaz, que muy poco pudo hacer para unir a las diferentes facciones que gravitan en el partido y para darle por lo menos una mínima estructura funcional a Morena en el estado.
La mejor carta de Morena en la pasada contienda y quien podría haber tenido mejor proyección rumbo a la contienda por la gubernatura en 2024, Alberto Uribe Camacho, exalcalde emecista de Tlajomulco de Zúñiga y exdirector de Coordinación Política en la Secretaría de Relaciones Exteriores -como parte del equipo del titular de esa dependencia Marcelo Ebrard Casaubón-, padeció los extravíos, grillas y fragilidades de su partido en la entidad, y fue derrotado por Juan José Frangie Saade, de Movimiento Ciudadano.
Morena requiere en Jalisco trabajo de fondo, al margen de injerencias facciosas, de personajes que cuidan sus intereses personales y de grupo, sin importarles el partido, para crear una estructura eficiente y moderna, que le permita funcionar como un verdadero partido político. Esa labor debió haberse empezado hace tres años. Ahora sólo les queda por delante un breve ciclo de tres años más, que podría ser insuficiente para realizar tan detallada tarea.
Por lo pronto, Pablo Lemus y Movimiento Ciudadano -con Enrique Alfaro de padrino-, ya tomaron la delantera, desde la misma salida, rumbo a la contienda por la gubernatura de Jalisco en el 2024. (Por Pedro Mellado Rodríguez)