Las desgracias nunca llegan solas. Y cuando ocurren en el ámbito público suelen estar acompañadas de alguna perniciosa carga de irresponsabilidad o corrupción, que deben investigarse y castigarse, como sucedió en el caso de los graves hechos sucedidos en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, que hasta el martes 4 de mayo del 2021 había dejado por lo menos 23 muertes y más de 65 heridos.
Pero estas desgracias también deben ser un llamado de atención para evitar que causas similares puedan derivar en fallas fatales, razón por la cual el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, debería integrar un equipo de ingenieros expertos -del país o del extranjero- que auditen técnicamente las operaciones de la Línea 3 del Tren Eléctrico de Guadalajara y recapitulen sobre las fallas que de origen se observaron en su construcción, así como los riesgos de accidentes.
Iniciada en 2014, la Línea 3 fue sometida a serios cuestionamientos durante su construcción. De tal manera que el 6 de abril del 2017 el director del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (SITEUR), Rodolfo Guadalajara Gutiérrez, aclaró que la curva número 11 del viaducto Zapopan-Guadalajara de la Línea 3 del Tren Eléctrico, estaba dentro de la norma y no representaba ningún riesgo, después de las observaciones realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que detectó un mal trazo.
Todo se derivó de que, en 2015, la ASF consideró que la curva ubicada entre las estaciones Mercado del Mar y Basílica, estaba fuera del radio establecido por la Comisión de Vialidad y Transporte Urbano (COVITUR), organismo descentralizado de la Ciudad de México responsable de la construcción de líneas de metros pesados.
El 19 de noviembre del 2018, a propuesta del legislador de Movimiento Ciudadano, Juan Carlos Villarreal Salazar, la Cámara de Diputados aprobó un Punto de Acuerdo para exhortar al Presidente Enrique Peña Nieto y al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, a que informaran e hicieran públicas las fallas e irregularidades en la Línea 3 del Tren Ligero de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Explicó el diputado federal que fue el Gobernador electo, Enrique Alfaro Ramírez, quien hizo públicas las fallas técnicas en la obra, en especial las que se refieren a la instalación de 700 placas de neopreno que no cumplían con las especificaciones contratadas.
Alfaro Ramírez cuestionó al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto: “¿Está enterado señor Presidente que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le notificó a las empresas constructoras de la Línea 3 del Tren Eléctrico que los neoprenos instalados (que sirven como amortiguadores que evitan las vibraciones entre columnas y trabes) fallaron y tendrán que ser reemplazados por unos nuevos?”, refirió Milenio Jalisco el 17 de mayo del 2019, al anunciar que se iniciaría el reemplazo de los componentes defectuosos.
Al referirse al tema el diputado Villarreal Salazar precisó: “En particular (el gobernador), señaló que los neoprenos instalados, que sirven como amortiguadores para que eviten las vibraciones entre columnas y trabes, fallaron y tendrán que ser reemplazados por unos nuevos. Solventar la falla implicaría tener que levantar de nuevo las trabes, desarmando las vías y la red eléctrica que ya está instalada; es importante que se informe cuánto va a costar arreglar esta falla técnica de los neoprenos y cuánto tiempo va a llevar solucionar el problema”.
“Todavía no se concluye y la Línea 3 del Tren Ligero (L3) ya enfrenta daños en la parte del túnel. Según el Informe de Avance Diario del Proyecto de Tren Eléctrico Urbano L3 Tramo Subterráneo de la empresa Lumbreras y Túneles (Lytsa) del 28 de junio, en poder de MURAL, 491 dovelas tienen despostillamientos y fisuras. Las dovelas son las piezas de concreto y acero que conforman los anillos de la estructura del túnel, y a lo largo de los 5.35 kilómetros del tramo subterráneo de la L3 se requirieron 15 mil 610”, señala nota de ese diario del 6 de agosto del 2019.
“Desde una falla operativa en el tren hasta una descarga eléctrica a los usuarios, son los riesgos que podrían presentarse en la Línea 3 (L3), que construye la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. De acuerdo con la Entidad Mexicana de Estudios Especiales (Emeesa) -empresa certificada como Unidad de Verificación de Instalaciones Eléctricas (UVIE) para la obra- ninguna de las subestaciones o transformadores de rectificación, alumbrado y fuerza instaladas en las 18 estaciones de la L3 con una capacidad máxima de 23 mil voltios, están aterrizadas a tierra”, publicó Mural el 13 de agosto del 2019.
“Exactamente a una semana de su inauguración la Línea 3 del Tren Eléctrico del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (SITEUR) en Guadalajara, presentó una falla que afectó la operación regular poco después de las 13:00 horas de este sábado. La anomalía en el servicio fue debido a una falla técnica, publicó el SITEUR en su cuenta de Twitter, sin embargo, no especificó detalles sobre la mencionada falla”, señaló Milenio Jalisco el 19 de septiembre del 2020.
“Los problemas no terminan en la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara. A una semana de su inauguración, el transporte presentó fallas que ocasionaron intermitencia en el servicio por unas cuatro horas, e incluso hubo usuarios que tuvieron que caminar junto a las vías. El Sistema de Tren Eléctrico Urbano (SITEUR) informó que se dieron fallas técnicas entre las estaciones CUCEI y Revolución, por falta de energía. Un vagón se quedó a medio camino con personas a bordo, por lo que tuvieron que descender y andar utilizando el andén de emergencia en el viaducto elevado para regresar a la estación más cercana”, describió Mural el 20 de septiembre del 2020.
Iniciada en 2014, se dijo que la L3 tendría un costo de 17 mil 693 millones de pesos y se construiría en cuatro años. Finalmente, la obra duró seis años y el costo final fue de 34 mil 500 millones de pesos.
Como ingeniero civil que es, el gobernador Alfaro Ramírez tiene que ordenar la realización de una escrupulosa auditoría técnica a la Línea 3 del Tren Eléctrico, para verificar que los usuarios de la zona metropolitana de Guadalajara no corran riesgos y exigir al gobierno federal las reparaciones o correcciones pertinentes, o que aporte los recursos que se requieran para que estas tareas se lleven a cabo. La negligencia podría ser criminal. (Por Pedro Mellado Rodríguez)