La desconfianza a la tecnología le gana al miedo al Covid-19. Es por ello que decenas de personas han preferido acudir a las recaudadoras para hacer el pago de sus impuestos de manera presencial, sobre todo adultos mayores.
Como ocurre cada año en enero personas hacen fila desde las cinco de la mañana afuera de la recaudadora 0 de Corona para hacer el pago del refrendo. Este año afirman que, pese a la pandemia, no les interesa cumplir su obligación en bancos, tiendas de autoservicio o en línea porque tarda en llegar la tarjeta de circulación; otros reconocen que no le entienden a internet y otros desconfían si el pago se realizó o no:
“Me gusta venir directamente, cada año me vengo el primer día nomás que este fui a otra recaudadora y resulta que me salen multas fantasmas”
Fueron varios los contribuyentes fuera de la recaudadora quienes denunciaron que les aparecieron multas fantasma.
En la fila de espera la mayoría de las personas guardan su distancia y en general usan cubrebocas. (Por Héctor Escamilla Ramírez)
