La reforma que obliga a usuarios de telefonía móvil a registrar sus líneas con todo y datos biométricos tiene lagunas que hacen vulnerable esta información, empezando porque quienes recolectarían los datos serían empresas privadas y después las entregarían el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
El comisionado del ITEI, Salvador Romero, explica que entre más personas manoseen esos datos, más riesgo existe de mal uso.
“Imagínate cuantas oficinas hay de cada compañía telefónica hay en el país”.
Señala Romero que el dictamen aprobado atribuye al ciudadano, y no a la autoridad, la responsabilidad que vigile que su número telefónico no está repetido con el perfil de otra persona.
El texto también establece que generar esta base de datos, incluso más grande que la del INE, no requerirá presupuesto para su implementación, cuando la realidad demuestra que almacenar este tipo de datos, con todo y medidas de seguridad, es de un costo sumamente elevado. (Por Héctor Escamilla Ramírez)