Todos los días hay personas que consideran que tienen razones suficientes para analizar cuáles son los requisitos que habrían de cumplir los ciudadanos para promover la revocación de mandato del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y, en el caso de Jalisco, la del gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
De la misma manera como habría cientos de miles de personas, en el caso del gobernador, y millones en el caso del presidente, que estarían dispuestas a respaldarlos incondicionalmente. Sin embargo, ninguno de los dos está exento de reclamos y señalamientos, algunos verdaderamente duros y enérgicos.
Pero ¿hasta dónde es verdaderamente posible que en México pudiera realizarse un ejercicio ciudadano de Revocación de Mandato que afectara al Presidente López Obrador?
Los requisitos para promover la Revocación de Mandato del presidente en turno están en el Artículo 35 de la Constitución General de México.
Explica que la Revocación de Mandato del Presidente puede promoverla un número de ciudadanos equivalentes, al menos, al 3% de los inscritos en la Lista Nominal de Electores (LNE) de todo el país, siempre y cuando correspondan a por lo menos 17 entidades federativas y que representen, como mínimo, el 3% de la LNE de cada una de ellas.
Tomaremos como referencia para este ejercicio la LNE actualizada al viernes 9 de octubre del 2020, la última que ofrece datos consolidados del país, los Estados, los municipios y los distritos electorales. Hasta la fecha de referencia tenía inscritos: 91 millones 314 mil 935 ciudadanos con credencial para votar. Hasta el momento actual esa cantidad de votantes potenciales debe tener pocas variaciones, pues debido a la pandemia la LNE se ha modificado poco en los meses recientes.
Sobre la base referida podemos calcular que el 3% de la LNE del país equivale a alrededor de 2 millones 739 mil 448 ciudadanos.
De acuerdo con el Artículo 35 constitucional, la Revocación de Mandato se podría solicitar en una sola ocasión y durante los tres meses posteriores a la conclusión del tercer año del periodo constitucional.
Esto significa que podría promoverse en el plazo que transcurre entre el 2 de diciembre del 2021 y hasta el 2 de marzo del 2022.
Todos los ciudadanos que lo deseen podrían recabar firmas para la solicitud de Revocación de Mandato durante el mes previo a la fecha prevista en el párrafo anterior.
Dentro de los siguientes treinta días a que recibiera la solicitud, el INE verificaría y en su caso validaría las firmas, para emitir de inmediato la convocatoria al proceso de Revocación de Mandato.
Este ejercicio de participación ciudadana se realizaría mediante votación libre, directa y secreta de las personas inscritas en la LNE, el domingo siguiente a los noventa días posteriores a la convocatoria y en fecha no coincidente con jornadas electorales, federal o locales.
Podría realizarse entre julio y agosto del 2022, según los tiempos que requiera el INE para validar las firmas de la solicitud de Revocación de Mandato.
Para que el proceso de revocación de mandato fuera válido tendría que haber una participación de, por lo menos, el 40% de las personas inscritas en la LNE. La Revocación de Mandato sólo procedería por mayoría absoluta.
Esto significa, con base en las cifras de la LNE referida, que tendrían que participar por lo menos 36 millones 525 mil 974 ciudadanos.
El INE tendría a su cargo, en forma directa, la organización, desarrollo y cómputo de la votación. Si hubiese impugnaciones las atendería la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Revocado el mandato al Presidente, en tanto el Congreso de la Unión nombra al mandatario substituto, lo que debería ocurrir en un término no mayor a 60 días, el Secretario o la Secretaria de Gobernación asumiría provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo.
Que este ejercicio se realice o no, dependería en mucho de los resultados y del ánimo con el que los ciudadanos superen la contienda electoral del próximo 6 de junio. Si los votos respaldan mayoritariamente a López Obrador y a su Cuarta Transformación, dándole una vez más una cómoda ventaja en la Cámara de Diputados, es muy probable que los ánimos en su contra se enfríen un poco.
Pero si López Obrador y su partido Morena sufren algún quebranto electoral significativo, que debilite su fuerza política, habría espacio para que algún segmento de la población mostrara interés en promover el ejercicio de Revocación de Mandato. Muy pronto lo sabremos. (Por Pedro Mellado Rodríguez)