Se debe actuar con rapidez, precisión, eficacia, valentía y una enorme generosidad, sin fobias ni filias partidistas, y sin distingos de colores e ideologías, en una tarea elementalmente urgente: armar o afinar el mapa de riesgo electoral en Jalisco, ante la creciente amenaza de diversas expresiones del crimen organizado que tienen metidas sus siniestras manos en las campañas proselitistas y pretenden imponer o defenestrar candidatos por medio de la violencia y el miedo, en ruta hacia los comicios del domingo 6 de junio del 2021.
Para tal propósito, el gobierno estatal tendría que fortalecer la colaboración con el gobierno federal, Guardia Nacional, Ejército, Marina Armada de México y Fiscalía General de la República, y crear una red de protección a candidatos, ciudadanos y funcionarios electorales en las regiones de Jalisco que están identificadas como focos rojos, por la intromisión del crimen organizado, y en particular del Cártel Jalisco Nueva Generación.
El gobierno de Jalisco debería escuchar con mucha atención a los representantes de todos los partidos políticos, a los candidatos, a las actuales autoridades municipales, a las autoridades electorales, e incluso a los párrocos de las regiones más afectadas, con el propósito de conocer la dimensión real de los problemas.
Así se podrían establecer los mecanismos de protección que se requieran, para los candidatos, la población en general y las autoridades electorales, tarea de coordinación que estaría en manos del Subsecretario General de Gobierno, Juan Enrique Ibarra Pedroza, responsable de la seguridad interna en la entidad, experimentado político y profundo conocedor del estado y de su gente.
Ayer seis partidos políticos pidieron al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco cancelar los comicios en el municipio de Jilotlán de los Dolores, en el sur profundo de Jalisco, por los graves problemas de inseguridad que afectan a esa región, donde, por lo menos hasta ayer martes 25 de mayo del 2021, solo permanecía en la contienda el partido Morena.
Sin embargo, Ramiro Hernández García, dirigente estatal del PRI, explicó que además de Jilotlán de los Dolores y de Tecalitlán -en el sur de Jalisco-, donde debido a la inseguridad no registraron candidatos, hay otras regiones en grave riesgo.
Como, por ejemplo, Teocaltiche, en los altos de Jalisco, cerca de la frontera con Zacatecas, donde fueron desplazados por la violencia casi 700 personas de diversas rancherías como El Saucito, el Rosario, Pocitos, De los García, Rancho Santo y Rancho Mayor, quienes recibieron protección y abrigo en la parroquia del Divino Salvador, localizada en la delegación de Mechoacanejo, a cargo del padre Manuel Sandate Ortiz, donde fue creado un albergue.
Hernández García denunció riesgos en San Cristóbal de la Barranca, Pihuamo, Casimiro Castillo y Tlaquepaque.
La dirigente estatal del PAN, María del Pilar Pérez Chavira, hizo notar que su partido y candidatos había percibido graves riesgos de inseguridad en, Cabo Corrientes, San Sebastián del Oeste, Tolimán y Tomatlán, en tanto que para el PRD hubo amenazas en Puerto Vallarta.
Es urgente que en Jalisco se refuercen las medidas de vigilancia y prevención. El clima de violencia en el ámbito de las campañas electorales es creciente en el país. El mosaico que ofrece hoy el periódico Mural, todo en una sola plana, es delicado y preocupante.
Ayer fue asesinada, a balazos, durante un evento partidista, Alma Barragán, candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la Alcaldía de Moroleón, Guanajuato. Dos personas más fueron heridas.
Ayer fue secuestrado por un grupo de hombres armados, Omar Plancarte, candidato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a la Alcaldía de Uruapan, Michoacán.
Ayer, Adrián Wences, dirigente de Movimiento Ciudadano en Guerrero, denunció que Fermín Ruano Morales, candidato a diputado federal de su partido por el distrito 8 de esa entidad, con cabecera en Ayutla de los Libres, fue internado en un hospital luego de ser golpeado para presionarlo a abandonar la contienda.
Ayer, Xóchitl Flores, candidata de Morena a la alcaldía de Chimalhuacán, Estado de México, denunció que gente vinculada al priista Jesús Tolentino, su rival en la contienda, la agredió mientras realizaba una actividad proselitista.
Ayer, en comunicado oficial, el partido Redes Sociales Progresistas denunció que el 10% de sus 113 candidatos a algún cargo de elección popular en el Estado de México ha sido agredido con gritos, llamadas telefónicas o ataques frontales. Además señaló que en el ámbito nacional no registró candidatos en 60 municipios por amenazas o problemas de inseguridad.
Ayer, Zudikey Rodríguez, candidata de la coalición PRI-PAN-PRD a la alcaldía de Valle de Bravo, Estado de México, reinició su campaña a través de un video en sus redes sociales, luego que denunció amenazas del crimen organizado para que dejara la contienda.
Todas las regiones de Jalisco tienen algún riesgo y el gobierno del estado debe saberlo. Antes de que el fuego de la violencia las consuma, debe prevenirse y actuar con inteligencia y firmeza. Por el bien de todos deben dejarse de lado actitudes mezquinas, egoístas, frívolas e irresponsables. No es tiempo de venganzas o revanchismos políticos. El costo de la incuria podría ser demasiado alto. (Por Pedro Mellado Rodríguez)