Hablemos de huachicol. Pero no del robo de combustible al que estamos acostumbrados, es decir, a la ordeña de ductos, a las tomas clandestinas, a los aseguramientos aislados de pipas o sitios con combustible de dudosa procedencia. Hablemos de un huachicoleo sofisticado, administrativo, internacional. Un huachicoleo que implica una amplia red de corrupción. Hablemos del huachicol fiscal. Escucha el trabajo completo. (Por Ricardo Camarena)