Llega la hora más floja en la jornada electoral, la de la comida y es que es en este horario cuando la afluencia en las casillas baja considerablemente.
No obstante, hay quienes tomando en cuenta el calor de esta tarde prefirieron primero votar y después ir a comer con la familia.
“Vamos a comer, se va a juntar la familia ahí en su casa y ahí vamos a comer… ¿Pero primero viene a votar?… Ah claro, lo primero es lo primero… Oiga, ¿y la familia ya votó, todos los que van a ir hoy?… Creo que sí, creo que sí, no han llegado, pero ahorita que lleguen jalón de orejas si no lo han hecho”. (Por José Luis Jiménez Castro)