Una segunda línea de investigación en torno al asesinato de la activista Luz Raquel “N”, quien el pasado fin de semana fue rociada con alcohol y le prendieron fuego, apuntaría a que el ataque habría sido resultado de problemas vecinales.
El organismo #YoCuido donde la afectada participaba de forma activa, señalan que la fallecida era cuidadora de un niño con autismo. Mencionan que tuvo problemas con vecinos debido a que estos eran intolerantes a los ruidos que generaba el menor cuando se encontraba en momentos de crisis. Menciona que en mayo un vecino, quien la amenazó en varias ocasiones, la roció con cloro industrial, causándole heridas en el pecho, y por lo cual solicitó ser integrada al programa Pulso de Vida para recibir un dispositivo para solicitar apoyo de la policía, pero se lo negaron.
A través de sus publicaciones en redes sociales, Luz Raquel documentaba estos incidentes: denunció el ruido excesivo que hacían sus vecinos, acusó que se apoderaron de un espacio de servidumbre del edificio donde vivían en la calle Arco Vitelio e incluso que azuzaban a un perro pitbull para amedrentarla.
Primeros reportes de las autoridades apuntaban a una ex pareja como responsable de la agresión en contra la activista. (Por Héctor Escamilla Ramírez)
