Sólo para la foto estuvieron los agentes de vialidad durante el primer mes de obras por la construcción del paso a desnivel de Adolf Horn y las vías del tren. Desde hace varias semanas sólo destinan una agente a auxiliar en el tránsito y ni siquiera en el sitio donde se forma el cuello de botella, sino a la altura de las vías del tren donde el tránsito es fluido.
En hora pico, la fila de coches tanto de quienes van de norte a sur como de sur a norte se extiende por tres kilómetros, sobre todo porque nadie pone orden en los retornos sobre la avenida y porque sigue en mal estado la vialidad provisional que se construyó, destruida por los baches y encachada con la lluvia más ligera.
De tal modo que quienes cruzan Adolf Horn padecen un calvario, porque un tramo que antes se tardaba dos minutos en atravesar, ahora se llevan hasta 25 minutos. (Por Héctor Escamilla Ramírez)
