El Príncipe Enrique manifestó su deseo de reconciliarse con la familia real británica, a pesar de reconocer que su relación con el Rey Carlos III está tan fracturada que actualmente no se hablan.
El Duque de Sussex, de 40 años, dijo que ha perdonado los desacuerdos del pasado y reiteró que le encantaría restablecer vínculos con sus familiares.
Uno de los puntos que ha profundizado la tensión con su padre está relacionado con preocupaciones sobre su seguridad desde que abandonó la familia real en 2020.
