Una reducción de la jornada de trabajo debe garantizar equilibrios entre la productividad, la vida laboral y la viabilidad empresarial, por lo que todo cambio tiene que ser producto del diálogo público-privado y no una medida unilateral que genere riesgos, destaca la Coparmex.
El organismo patronal advierte que si se hace el cambio sin considerar la realidad de cada rama productiva “sería ignorar las condiciones de millones de pequeños negocios que operan al límite y sostienen gran parte del empleo nacional”.
Ante ello pide que todo cambio se haga “con base en datos, y considerando el difícil contexto económico actual que enfrentan el país y las empresas, en particular las micro, pequeñas y medianas, que constituyen el motor del empleo formal en México”.
