En una entrevista con The New York Times, Bill Gates acusó a Elon Musk de contribuir indirectamente a la muerte de niños pobres al impulsar recortes a programas de salud globales financiados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Gates lamentó que las grandes fortunas actuales se alejan de la filantropía y anunció que su fundación dejará de operar en 2045, por lo que pidió a nuevos millonarios asumir el relevo.
Pese a las críticas, se mostró optimista sobre el futuro de la salud y la educación gracias al potencial transformador de la inteligencia artificial.
