El Banco de México recortó por séptima vez consecutiva la tasa de interés, dejándola en 8.5 por ciento, al considerar superado el periodo crítico de inflación.
La decisión, tomada por unanimidad, busca impulsar el consumo y la inversión, aunque el organismo advirtió que mantendrá una política monetaria restrictiva ante riesgos como la volatilidad cambiaria, tensiones comerciales y efectos del clima.
Aunque la inflación subió recientemente, Banxico prevé que se estabilice hacia finales de 2025, aunque reconoce que aún persisten presiones externas e internas sobre los precios.
