En su primera misa como Papa, León XIV, el primer pontífice estadounidense, pidió una Iglesia unida que sirva como fermento de reconciliación global.
En una emotiva ceremonia en la Plaza de San Pedro, destacó que el rol del Papa no es el de un líder aislado, sino el de un servidor que camina junto a los fieles.
Frente a líderes mundiales y miles de asistentes, el misionero agustino de 69 años asumió el ministerio petrino invocando el legado de su antecesor Francisco y comprometiéndose con los valores de amor, paz y comunión como guía de su pontificado.
