La administración Trump retiró a la Universidad de Harvard la autorización para recibir estudiantes internacionales, acusándola de permitir actos de antisemitismo en su campus y de tener vínculos con el Partido Comunista chino.
La medida, anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional, obliga a miles de alumnos extranjeros a trasladarse a otras instituciones o abandonar Estados Unidos.
Harvard, que considera esta acción ilegal y desproporcionada, ha prometido apoyar a sus estudiantes mientras busca revertir la decisión.
La disputa se intensificó tras la negativa de la universidad a entregar registros de estudiantes extranjeros involucrados en protestas.
