La disolución del Coneval acaba con un contrapeso institucional, al eliminar un órgano autónomo con facultades específicas para emitir evaluaciones críticas e independientes de la política social, asegura el diputado panista, Héctor Saúl Téllez.
“El Coneval sufrió la misma estrategia de destrucción, deshabilitación y extinción que han sufrido el Poder Judicial y los órganos autónomos y manda las atribuciones que tenía el Coneval de evaluación de las políticas públicas de carácter social, es decir los programas sociales, lo manda a INEGI y otra parte a la Secretaría de Hacienda, dependencias que claramente no tienen la capacidad para llevar a cabo este análisis crucial de las políticas sociales en nuestro país”.
La desaparición del Coneval fue decretada en diciembre pasado, sin embargo, aún estaba pendiente la creación de la legislación secundaria en la materia, pues se requiere de áreas operativas y personal especializado, entre otras cosas. (Por Arturo García Caudillo)
