En el quinto día de guerra abierta, el Ejército israelí lanzó una ofensiva aérea contra objetivos en el oeste de Irán, destruyendo decenas de lanzamisiles y centros militares estratégicos.
Entre los blancos se encuentra un centro de mando en Teherán, donde habría muerto el jefe del Estado Mayor iraní.
Mientras la población evacúa zonas clave, Irán enfrenta presiones internas por una respuesta severa, en un conflicto que escala a nivel regional mientras Estados Unidos analiza si se involucra directamente.
