La cumbre de líderes de los BRICS concluyó en Río de Janeiro de forma tumultuosa, tras la última amenaza al grupo de países emergentes del presidente de Estados Unidos, que respondió de forma enfática al reivindicar su autonomía.
Luego de que el presidente Donald Trump, amenazara con imponer un arancel adicional del 10 por ciento a países que se “alineen” con los BRICS, el foro integrado por 11 naciones calificó como “irresponsable y equivocada” la postura estadounidense.
Las primeras reacciones del bloque emergente iniciaron con China, que criticó el uso de los aranceles como “herramienta de coerción y presión”, mientras que Rusia afirmó que los BRICS “nunca han estado ni estarán dirigidos contra terceros países”.
