Por fortuna no hubo víctimas civiles qué lamentar en la explosión el pasado sábado de un coche bomba en el municipio de Coahuayana, asegura el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, quien pide no especular sobre el tema.
“Dentro de todo el impacto de este tema complejo, muy delicado, hay un dato que creo que es relevante es que no hubo víctimas civiles qué lamentar. En el caso de los policías comunitarios y del tema de los elementos, se está atendiendo la situación”.
Cabe recordar que el saldo de esta explosión aumentó a seis. La Fiscalía General de la República lo investiga como delito de la delincuencia organizada. (Por Gricelda Torres Zambrano)




