A una semana de la marcha feminista que dañó las fachadas de edificios en templos de la ciudad, la Iglesia de San Miguel del Espíritu Santo localizada sobre avenida Hidalgo y la calle Nicolás Romero es otro de los que continúa con los cristales rotos y sus muros grafitteados.
El sacristán de este templo, Ignacio Romero, señala que a una semana de la manifestación no ha ocurrido nada.
“Nada, hasta ahorita nada. Siguen los vidrios, siguen rotos, nadie nos ha hecho nada. Hasta ahorita no hemos tenido una respuesta concreta solamente vamos a ir y ya -¿Y el templo sí está abierto?- Sí, claro. Ahorita yo lo tuve que cerrar porque estoy haciendo unas cosas allá adentro”.
Los único que se observa es que alguien, no se sabe quién, limpió con estopas los dos portones del Templo de San Miguel del Espíritu Santo que habían sido rayados con pintura. (Por José Luis Jiménez Castro)
