Tras la publicación en fast track del Programa de Ordenamiento Ecológico Local de Tonalá y los cambios que se hacen a la Unidad de Gestión Ambiental número 16, donde se encuentra el Cerro de la Reina, los activistas señalan que el cambio de vocación de la zona, de conservación ambiental, a servicios turísticos podría causar daños irreversibles.
Pero no es lo único, el texto remite a otros documentos de desarrollo urbano y reclasifica que parte del cerro pueda utilizarse para uso habitacional. La integrante del Comité de Defensa del Cerro de la Reina, Teresa Figueroa, explicó la gravedad de este escenario:
“Esa es una zona de recarga de acuíferos, así está especificado en el anterior programa, toda el agua que se filtra en el cerro se acumula ahí en esa área”.
Destacan que son daños ambientales de gran magnitud e incluso, si se finca, hay riesgo de hundimientos. (Por Héctor Escamilla Ramírez)