El Congreso de Jalisco aprobó una reforma que extingue al Instituto de Transparencia (ITEI) y transfiere sus funciones a la Contraloría estatal, lo que generó un debate entre bancadas sobre la autonomía y eficacia del nuevo esquema.
Aunque la mayoría legislativa defendió la medida como un paso hacia el ahorro y mayor control del gasto público, PRI y PAN advirtieron que al depender del Ejecutivo, la Contraloría carecerá de imparcialidad.
Se prevé que el Itei siga operando mientras se aprueban las leyes secundarias en un plazo de 90 días.
El gobernador Pablo Lemus y diversas voces pidieron crear un órgano desconcentrado e independiente, con participación ciudadana, que garantice el acceso a la información.
