Aunque Petróleos Mexicanos reporta una baja del 28 por ciento en tomas clandestinas durante el primer bimestre de 2025, las pérdidas económicas por robo de hidrocarburos aumentaron un 13 por ciento respecto al mismo periodo de 2024, alcanzando los 3 mil 347 millones de pesos.
Esto equivale a más de 56 millones de pesos diarios en pérdidas no operativas. Expertos señalan que el crimen organizado ha perfeccionado sus métodos, lo que explicaría la disminución en perforaciones y el alza en el volumen hurtado.
Pemex ha reconocido la posibilidad de corrupción interna, y que el problema persiste a pesar de incautaciones y operativos.
Organismos como la Onexpo advierten que hasta un tercio del combustible en el país es ilegal.
Especialistas urgen a un combate interinstitucional más riguroso y a reforzar el Estado de derecho para frenar esta cadena delictiva que ya representa una fuente de ingresos clave para los cárteles.
