El cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, condenó el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, ocurrido el sábado durante un evento público.
En conferencia de prensa, calificó el hecho como “un síntoma de la descomposición social y del descuido institucional en materia de seguridad”.
Lamentó que Manzo, quien impulsaba acciones contra la corrupción y la violencia, “cayera víctima de aquello que intentaba erradicar”.
Robles advirtió que la impunidad fortalece al crimen organizado y deja a la ciudadanía “sin protección ni confianza en las autoridades”.
Exhortó a fomentar una cultura de paz y reconciliación para contrarrestar la violencia. En el ataque también resultaron heridos un regidor, una trabajadora municipal y un escolta.



