El arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, criticó la elección judicial al considerar que no fue diseñada para elegir, sino para consolidar el poder del partido en el gobierno.
Señaló un desánimo generalizado entre la ciudadanía y cuestionó la legitimidad del proceso.
Reiteró su rechazo previo a la reforma judicial, calificándola como una posible “traición a México”.
