El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma legal que convierte en delito las agresiones con objetos punzocortantes dentro del transporte público, en respuesta al aumento de denuncias por “pinchazos” en el Metro y Metrobús.
Hasta el 27 de mayo se han registrado 120 casos, 65 de ellos confirmados como reales.
La iniciativa, impulsada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, contempla penas de dos a cinco años de prisión y multas de hasta 300 días.
Además, se desplegaron 5 mil 800 policías para reforzar la seguridad en el sistema de transporte.
