Organizaciones defensoras de migrantes urgieron al gobierno de Estados Unidos a intervenir en el caso de Sofía, una niña mexicana de 4 años con una enfermedad potencialmente mortal, cuya familia podría ser deportada tras la revocación de su permiso humanitario.
Sofía recibe tratamiento vital en el Hospital Infantil de Los Ángeles para el síndrome del intestino corto, sin el cual, advierten médicos, podría morir en días.
Su madre, Deysi Vargas, también perdió su permiso de trabajo.
Abogados apelan a Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) y a legisladores para evitar lo que califican como un acto de crueldad burocrática.
