Desde el Zócalo capitalino, la presidenta Claudia Sheinbaum encabezó la ceremonia por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan.
En su discurso, destacó la grandeza de la antigua ciudad mexica y vinculó su caída en 1521 con un legado de exclusión que, aseguró, persiste.
Afirmó que su gobierno busca saldar la deuda histórica con los pueblos indígenas, elevar sus derechos y erradicar el racismo.
El evento incluyó una escenificación del recorrido mexica desde Aztlán hasta la fundación de Tenochtitlan, con participación de fuerzas armadas y contenido educativo.
