Las redadas migratorias en Estados Unidos han desatado una ola de protestas y preocupación social, con al menos 330 detenidos en Los Ángeles desde el viernes, aunque organizaciones civiles calculan más de 800 arrestos en todo el país.
Alcaldes de California exigieron frenar los operativos por el miedo que generan en las comunidades, mientras continúan los despliegues militares en zonas urbanas.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que hay 61 mexicanos detenidos y reciben asistencia consular.
En respuesta a la militarización, sindicatos y activistas convocaron una megamarcha el 14 de junio bajo el lema “No kings day”, que coincidirá con un desfile impulsado por Donald Trump, intensificando así la confrontación política y social.
