Gustavo Eduardo “N” fue detenido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando intentaba abordar un vuelo a Tokio con dos maletas que contenían 299 reptiles en peligro de extinción, entre ellos los conocidos como dragoncitos y lagartos cornudos.
La detención ocurrió tras detectar irregularidades en su equipaje mediante rayos X, y se le vincula con tráfico internacional de fauna.
El Ministerio Público lo imputó por delitos contra la biodiversidad.
