En la Zona Metropolitana de Guadalajara existen cuando menos una docena de puntos con riesgo de deslave.
Las lluvias e incendios forestales pueden ser factores para el desplazamiento de grandes masas de tierra.
A decir del investigador del Departamento de Geografía de la Universidad de Guadalajara, Luis Valdivia Ornelas, además de los riesgos que implican las faldas del Cerro del Colli, el de Santa María o las laderas del Cerro del Cuatro, hay otras áreas de peligro donde podría replicarse una tragedia como en el Estado de México:
“En unos sectores de Bugambilias, es decir en las zonas de los cerros de La Primavera, en la zona de San Esteban particularmente hay unas áreas importantes porque ahí se combinan muchas rocas con fuerte pendiente”.
El especialista destacó los riesgos de deslave en todo lo que es el cañón del Río Santiago, desde Huentitán hasta Colimilla, donde cada vez construyen viviendas en escalones más bajos. Hacia Tlajomulco, los mapas de riesgo marcan como peligrosos los alrededores del Cerro del Tajo, Cerro Viejo o hacia la zona de San Miguel Cuyutlán. (Por Héctor Escamilla Ramírez)