Tras el masivo apagón del pasado 28 de abril que dejó sin electricidad a toda la península ibérica, España y Portugal crearon un grupo de trabajo conjunto para esclarecer las causas y prevenir futuros incidentes.
Liderado por las ministras de energía de ambos países, el equipo recopilará datos, coordinará informes con organismos europeos y establecerá un grupo de seguimiento formal.
Mientras el Gobierno defiende su manejo del suceso, el Partido Popular exige una auditoría internacional independiente, cuestionando la transparencia de las autoridades.
