El Congreso de Estados Unidos aprobó un impuesto del 3.5 por ciento a las remesas, como parte de un paquete fiscal impulsado por Donald Trump, lo que podría afectar directamente a millones de familias mexicanas que dependen de esos recursos.
La medida, aún pendiente de ratificación en el Senado, ha generado rechazo en el Gobierno de México y el sector privado por considerar que penaliza a los sectores más vulnerables.
Además, Washington estableció zonas militares en su frontera sur, autorizando al Ejército a detener migrantes que crucen terrenos federales, eludiendo así restricciones legales civiles.
Las acciones fueron calificadas como un “castigo” y podrían tener efectos económicos y humanitarios profundos en regiones mexicanas receptoras de remesas.
