El Congreso de la Unión arrancó el proceso legislativo de la iniciativa presidencial para que la Guardia Nacional se convierta en el brazo policial del Ejército mexicano, que a diferencia de una policía civil, tendrá fuero militar; estará en todo el país para atender delitos federales y locales; intervenga comunicaciones y trabaje con los gobiernos estatales, mientras fortalecen a sus cuerpos policiacos.
Será un cuerpo policial controlado por el Senado, ante el cual deberá presentar anualmente un informe en el que debe incluir toda la información de sus operaciones en el país.
