Inundan las redes sociales, son nota relevante en los informativos radiofónicos y televisivos, y también aparecen en las planas de los medios impresos, alimentando la curiosidad, el morbo, pero también el miedo y el rechazo de la gente buena que ha sufrido sus salvajes embates.
Sin embargo, sería terriblemente monstruoso que la sociedad normalizara la presencia de los delincuentes que pretenden asumirse como generosos benefactores de la gente pobre, la que vive en colonias marginadas en las goteras de las ciudades y de la zona metropolitana de Guadalajara, o en rancherías abandonadas a su triste suerte porque nunca han sido tocadas por la mano de Dios o por la presencia obligada de los diferentes gobiernos.
De ninguna manera es normal que la gente acepte regalos o ayuda de organizaciones delictivas que secuestran, torturan y matan a sus jóvenes, varones y mujeres; que los obligan a trabajar en las cadenas de distribución de drogas o en la producción de ese veneno, y que luego los desaparecen; que amenazan a las personas de bien y las extorsionas; que matan inmisericordemente los cuerpos y las almas.
Esa brutal contradicción se refleja hoy en la portada del periódico Mural, de Grupo Reforma, en Guadalajara.
“A nombre de Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) dieron regalos por el Día de las Madres, presuntamente en diversas partes del Estado”, señala la nota informativa.
En un video se muestra un convoy y la primera camioneta tenía una lona que decía “El Señor Mencho y el CJNG les desea Feliz Día a todas las madres de Tototlán”. Se ve que los automotores van cargados de despensas y electrodomésticos. “¡Puras cuatro letras! ¡Puro Mencho! ¡Pa’ todas las mamás!”, gritaba uno de los integrantes del convoy.
En un segundo video se ve que hay gente arremolinada en una plaza pública, mientras que personas con camisas negras con las siglas CJNG hacen entrega de los enseres. Entre las dádivas se ven estufas, pantallas y hasta algunos refrigeradores. Se presume que en La Barca y Jamay (Jalisco) también entregaron regalos, concluye el periódico tapatío.
El 5 de abril del 2020 los periódicos de Grupo Reforma publicaron que en medio de la contingencia por Covid-19, presunto integrantes de un grupo del crimen organizado repartieron despensas entre la población en Ciudad Victoria, Tamaulipas. En imágenes que circularon en redes sociales se observaron las cajas de cartón con artículos de primera necesidad que fueron entregadas a personas de escasos recursos. Se aprecia a personas que cargan las cajas que contienen aceite, arroz, frijol, azúcar, chiles, atún, sopas, galletas, harinas y cereales. Las imágenes también muestran que las cajas fueron selladas con etiquetas que atribuyen los regalos al Cártel del Golfo.
“El narcocorrido ‘Atentamente El Mencho’ retumbó afuera del Centro Cultural Constitución, en Zapopan, mientras, al menos dos hombres armados con rifles de alto poder entregaron despensas a decenas de personas que hacían fila para recibir la ayuda”, publicó Mural el 30 de abril del 2020.
“Una cosa que sí les quede bien claro: no soy ningún santo, pero ayudo al que me pide la mano”, se escucha en el sonido de una camioneta SUV plateada, desde donde se bajaron los víveres repartidos a los zapopanos. Habitantes de La Consti, se acercaban sin temor y agradecieron el apoyo recibido”, explica la nota.
La última semana de diciembre del 2020 circuló en redes sociales un video en el que un grupo de personas agradece a “El Mencho”, que presumiblemente les regaló juguetes para sus hijos. La idea generalizada fue que la grabación se realizó en algún punto del Municipio de Cuautitlán de García Barragán, en Jalisco.
El silencio de las autoridades frente a estos hechos provoca gran desconcierto y profundiza el miedo y la desconfianza de la gente. Es muy evidente que ni la autoridad federal, ni la estatal, cumplen sus responsabilidades de combatir al crimen y proteger a la sociedad.
En Jalisco las bandas delictivas avanzan, ganan terreno, imponen su ley, mientras que el gobierno retrocede, pese a los escupitajos que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez dispara en automático, en forma sistemática, en el sentido de que a él no lo van a doblegar, cada vez que sucede un hecho relevante que pone en evidencia la inseguridad en el estado o percibe alguna amenaza o ataque del crimen organizado. (Por Pedro Mellado Rodríguez)