Con una asistencia reducida inició la marcha convocada por la Generación Z desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo, donde se desarrollaba el desfile por la Revolución Mexicana.
Manifestantes atribuyeron la baja participación al miedo generado por las detenciones y golpes ocurridos el sábado, cuando se enfrentaron con fuerzas de seguridad en el Centro Histórico.
Jóvenes participantes afirmaron que muchos temen ser arrestados nuevamente o expuestos a gas lacrimógeno, por lo que pidieron no desistir de sus causas pese al clima de intimidación.



