Con la Ley de Aguas, el líquido vital volverá a ser un derecho humano y dejará de verse como una mercancía, asegura el director de Conagua, Efraín Morales.
“El principal cambio es que el agua deje de verse como una mercancía y se reconozca como un derecho humano, como un bien estratégico para el desarrollo de nuestro país. El principal cambio es que el Estado mexicano, el Gobierno de México es el único facultado para poder llevar a cabo el otorgamiento de concesiones. No será posible ya transmitir títulos de concesión entre particulares porque esto ha generado fuertes afectaciones. Se ha generado una gran desigualdad en cuanto a la distribución”.
Y aunque no se permitirá transmitir o negociar entre particulares los títulos de concesión, sí se respetarán los derechos de herencia, al tiempo que se fortalecerán los mecanismos para combatir el robo de agua. (Por Arturo García Caudillo)



