Cientos de ratas adoptaron el Centro de Guadalajara como su lugar para vivir.
Tanto de día como de noche, los roedores pueden verse corriendo de banca a banca y de monumento en monumento, principalmente en explanadas como la Plaza de la Liberación y Plaza Guadalajara.
El tema se agudiza por las noches toda vez que estos animales transitan por el primer cuadro de la ciudad usando jardines y jardineras como su lugar para vivir.
Espacios verdes así como raíces de árboles de la Rotonda de los Hombres Ilustres son el sitio privilegiado para que los roedores construyan sus madrigueras y permanezcan ahí como una plaga que azota al corazón de la “Perla Tapatía”.
El fenómeno se hace notoriamente más severo en el tiradero ubicado abajo de la Plaza Tapatía, donde cientos de ratas se pueden ver incluso caminando entre los peatones que descienden del Macrobús en la estación San Juan de Dios.
En ese lugar adicional a la problemática que representan estos animales, lixiviados corren por la banqueta ofreciendo a propios y extraños unos segundos y penetrante olor. (Por Edgar Flores Maciel)
