Junio será un mes lluvioso, pero la canícula provocará que durante julio y agosto las precipitaciones disminuyan, pronostica el investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG, Mauricio López Reyes.
“Julio y agosto son meses en donde en algunos años se conoce lo que se presenta como sequía estival o sequía de medio verano o canícula. No es una sequía como tal, tiene ese nombre más bien por el argot popular y lo que representa es una pequeña disminución en la lluvia respecto de lo que se tenía. Es muy probable que este año tengamos la presencia justamente de la canícula en el mes julio y probablemente en parte del mes de agosto”.
La canícula no solo disminuye las lluvias, también aumenta las temperaturas y el calentamiento del aire. (Por Gricelda Torres Zambrano)
