El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció su preocupación por el creciente riesgo de una tercera guerra mundial y advirtió sobre la tensión en torno a las instalaciones nucleares iraníes.
Declaró que Rusia no se implicará en la guerra entre Irán e Israel, aunque mantendrá su respaldo al programa nuclear civil de Teherán.
Por otro lado, Putin afirmó que toda Ucrania es rusa y no descartó futuras ofensivas en la región de Sumi.
