Hasta el momento, suman 330 migrantes arrestados en Los Ángeles en medio de disturbios por el incremento de redadas de ICE y la presencia de la Guardia Nacional, informó la Casa Blanca.
De ellos, 113 tienen antecedentes penales y más de 150 enfrentan cargos por asalto y obstrucción.
Las operaciones incluyeron allanamientos en autolavados, gimnasios y tiendas de construcción, incluso con arrestos frente a iglesias.
La alcaldesa Karen Bass y otros líderes locales acusaron a la Casa Blanca de provocar intencionalmente a las comunidades migrantes y advirtieron sobre una intervención federal que debilita el poder estatal y municipal.
